Porque de tu alma han nacido
éstas, las rimas de mi alma
quiero poner en mi templo
los cirios y aquella estatua
que tu belleza refleja
y tu pureza engalana.
Impensable pensamiento
el que a mi mente desarma
y sólo al pensar en ti
todo alumbra con más ganas.
El jazmín vuelve a mi ser,
y hasta las palabras cantan
todo lo bueno que tienes
y esa humildad que te gana.
A kilómetros de ti,
a una infinita distancia
dentro de mi yo te llevo
para librar las batallas
que mi vida me presenta
con palabras, sin espadas.
Y yo seguiré rimando
tus ojos con las palabras
que describen lo perfecto
cuando nace la mañana.
Sé que nunca me querrás
pero le quito importancia
porque no está en mis manos,
porque el mundo no se acaba,
porque yo seré como soy
y sé que no soy quien tú amas.
Y es tan hermoso quererte
sin barreras y sin vallas
que porque tú no me quieras
no se perderá la magia.
Permanece a mi lado
mi princesa tan soñada,
mi musa sin artificio,
mis palabras desgastadas
quue no pueden expresar
la belleza que tú emanas.
Sigue conmigo mi diosa
aunque ya no haya esperanza,
continúa alimentando
a las rimas de mi alma.
miércoles, 7 de enero de 2009
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