Tan guapa, bonita, hermosa,
como una rosa en la nieve,
y aunque tu piel es morena,
como el cristal resplandece.
La vida de tu mirada,
como un mar lleno de peces,
atraviesa mis sentidos
y al corazón estremece
y desnuda mi verdad
haciéndome transparente,
al calor de tu belleza
sin apenas conocerte.
Sólo pensarte da luz
a este lúgubre noviembre,
tan helado sin tu piel
y su viento de relente.
Alejado de las prisas,
estoy aprendiendo a quererte.
Miro tu foto y sonrío;
así te tengo presente.
Y aunque a veces yo te extraño,
y el no tenerte me duele,
por ti miro hacia delante,
por ti yo me hago más fuerte,
por ti yo pinto mi mundo
con colores que embellecen
mi jardín de pensamiento,
sentimientos emergentes,
con el brillo de tu luz
como una rosa en la nieve,
y te esperaré junto a ella,
sé que la pena merece.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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