Es triste ver tanta gente
y sentir tan solitario;
sombras vienen, sombras van
como oscuro abecedario,
un completo sin sentido
para aquel que está de paso.
Desgustando soledad
como nunca se ha probado,
suenan las voces, las risas,
los atributos humanos,
y nada calma el sentir
del vacío despiadado.
Para y piensa en los amigos,
los que cuenta con la mano;
tristemente se pregunta
por qué están alejados.
Piensa en su musa, su reina,
que hasta el sueño le ha robado.
Amores, tristes amores
que to guían hacia abajo
y le hace caer fuerte
cuando nada ha comenzado.
Siente que nadie lo quiere,
en el mundo está sobrando,
quisiera escapar de aquí
pero el precio está tan alto
como el sol está en el cielo
por donde vuelan esos pájaros.
Y la libertad tan lejos
como la nieve de los prados,
cuando acaba Primavera
y nos reina el gran Verano.
lunes, 24 de noviembre de 2008
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