En este día de lluvia
he percibido tu aroma
y te he buscado en el cielo
y en la más oscura sombra,
y he vuelto a retroceder
a los sueños que me robas.
Hoy vuelves al pensamiento,
con tu fragancia de rosas
tan suave y tan delicada
balsámica, luminosa.
Se dice que los olores
en un momento se borran,
pero los tuyos a mí
la respiración me cortan
y en el alma ha despertado
tus jazmínes y tus rosas,
tus naranjos de azahares,
guardados en mi memoria.
Tu fragancia me ha devuelto
aquellas tardes tan rojas,
aquellos atardeceres
aquel viaje, aquella copa.
Moriría por volver
a vivir aquellas cosas;
visitar esos lugares
donde estabas tú, mi diosa.
domingo, 14 de diciembre de 2008
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