Hoy necesito estar en tu regazo,
refugiarme en la paz de tu marea
y sentir que tu cuerpo se recrea
con la paz y dulzura de mi abrazo.
Y quedarnos así, a fijo plazo
yo por siempre tu reo, tu mi rea,
para que nuestra historia siempre sea
de la historia de amores el retazo.
Hoy necesito estar en tu mirada,
que tus ojos me absorban por completo,
imaginarlo sin que sea un sueño.
Necesito escuchar esa balada,
bailarla junto a ti bajo aquel seto
donde el mundo se nos hace pequeño.
lunes, 1 de diciembre de 2008
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¡Tantas cosas necesitamos!
ResponderEliminarY tan pocas...
Exacto. Y suele pasar que lo que más se necesita es lo que no se tiene. Cuando una necesidad está cubierta parece que nos olvidamos de que es, precisamente, una necesidad.
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