Con estas emociones en derrota,
me repito en mi verso flojo y triste;
con la mente aquejada de despiste
ya no siento que mi vida se agota.
El alma hace tiempo que yace rota,
y ahora comprendo que nunca fuiste
la música que en mi pecho cosiste
que de tus labios celestiales brota.
Tanto he luchado porque no se fuera
por seguir escuchando su sonido
en los albores de la primavera
Mas hoy, privado de la luz mi oído
y al alma, que ya no espera a la espera,
ni tu canto puede darle sentido
jueves, 11 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario