Es preciso escaparme de este infierno.
Parece que tus manos son la clave,
que puede introducir la única llave
para reducir este fuego interno.
Que regrese la nieve del invierno
y retome su mudanza aquel ave.
Que este tiempo de espera sea suave
y mi tiempo a tu lado sea eterno.
Anhelo que me obligues a esperarte
que puedan agotarse mis te quiero
en el cielo del espacio infinito.
Mientras sueño que yo puedo besarte
retrasar el reloj del tiempo a cero,
seguir sabiendo que te necesito.
martes, 23 de diciembre de 2008
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