Sueño con escribirte en cuentos de hadas
y respirar el tiempo de tu encanto
en la luna que asoma con el canto
de este bosque de albor y madrugadas.
Los suspiros son flores olvidadas
y tu ausencia es el alma de mi llanto.
Tus cuentos romperán este quebranto
que atormenta a las almas destrozadas.
Y acabaré durmiendo entre tus brazos;
la escritura tendrá todas las llaves
de aquellas cerraduras de rechazos.
Y seguiré durmiendo en nubes suaves
donde el alma no llore hecha pedazos,
donde me sume al vuelo de las aves.
martes, 6 de julio de 2010
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hola he visto el comentario en el blog. me alegro de que nos leas. un saludo
ResponderEliminarY prometo que intentaré participar en futuras convocatorias, sin miedo alguno :)
ResponderEliminarEntre el sueño que tengo y este poema soñador, parece que estoy entre algodones blancos...
ResponderEliminarTreintaAbriles
¿Qué mejor mundo que plasmar que el de los sueños? Deberíamos intentar soñar más, pero siempre con los pies en la tierra, porque si se sube demasiado, el golpe puede ser contundente. Aunque con el alma hecha pedazos, ¿qué más puede pasar? (De todas formas crucemos los dedos y qudémonos como estamos.)
ResponderEliminarGracias Treinta Abriles. Espero que hayas descansado y tenido lindos sueños.