¿Qué lugar puede ser mejor que tu hombro
para llorar la pena de no verte?
Mientras tu ausencia viene a ser mi muerte
al no encontrar respuesta si te nombro.
Mis manos amontonan el escombro
de los restos de mi alma y de su suerte,
y este amor poco a poco se convierte
en el final de un ciclo y de mi asombro...
Porque volví a amar y no podía
y te amo con el alma hecha pedazos
con la fuerza del sol que ayer ardía.
Sólo queda romper aquellos lazos
que junté en la espera de ese día
que yo soñé dormir entre tus brazos.
sábado, 24 de enero de 2009
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Santo diosssssssss! Llevaba tiempo sin pasar por aquí y me he quedado sorprendidísima. No te imaginas lo bien que suena ahora. Uf! El ritmo está perfecto.
ResponderEliminarUn beso.
Muchísimas gracias, Rocío. Tus consejos tienen que ver mucho en esta mejora.
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