martes, 24 de agosto de 2010

ROMANCE LXXXIII "Corazón en tempestades".

Echo de menos los sueños
que nacieron aquel día
cuando el lazo de mi viento
se anudó a tu sonrisa
y dejaste a mis sentidos
totalmente a la deriva.
Corazón en tempestades
que no encuentra la salida
de esta pena sin final
que transita por mi vía.
Corazón en tempestades
de lágrimas infinitas
y el velero de mi cielo
surca la tristeza umbría
sin traspasar las murallas
que producen mis heridas,
llantos crueles del alma
que la miras e hipnotizas.
¿Y qué podré conseguir
si me faltas tú mi vida
para andar por los caminos
de la luna y su llovizna?
Corazón en tempestades
congelado que precisa
el amor de tu calor
en la noche que suspira
la necesidad de ti
si mis sueños se me enfrían
caminando hacia el encuentro
de esperanza ya perdida
como las rosas nevadas
que en mi corazón habitan.

4 comentarios:

  1. Está muy bien.

    TreintaAbriles

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  2. Gracias. Las tempestades del corazón a veces, pueden trastonar el ritmo de vida. Qué fuerza tan extraña y poderosa.

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  3. Aaayyy mi corazón y mi alma están en constante tempestad, víctimas de una turbulencia interna ya innata en esta controvertida dama.

    En serio que para mí es un deleite detener mi calesa a las puertas de tu rinconcito y deleitarme con tus poemas, me los imagino al son lejano de un viejo pianoforte o un arpa...

    Saludos, poeta.

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  4. Muchísimas gracias por tus halagos, Akasha. Es muy curioso lo que me cuentas, porque no pocas veces he imaginado el sonido de un arpa mientras buscaba palabras para la escritura de estas historias. La lectura junto a música (yo la escucho de cualquier tipo, aunque leyendo es preferible las piezas clásicas instrumentales) es doblemente gratificante.

    Más saludos para ti, bella dama.

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