Cuando la musa llega, mi alma junta
mis ganas de quererte con el viento
para que llegue a ti este lamento
de amor de la respuesta sin pregunta.
La mente con el alma se conjunta
para sentir el mismo sentimiento
y luchar por besar tu suave aliento
cuando el miedo de tu ausencia repunta.
La musa quiere poner fin a su juego
y al cantar estas rimas ya se marcha
sumergiendo su mano en la laguna.
Y en mi corazón crece y crece el fuego
porque el sueño se hundió bajo la escarcha
al faltarme tu amor bajo la luna.
lunes, 23 de agosto de 2010
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Las musas suelen ser caprichosas, vienen y van a su antojo, brindándonos y arrebatándonos cruelemente la inspiración tal como les place.
ResponderEliminarPor eso es bello saber aprovechar su llegada para así "juntar las ganas de quererte con el viento..."
Bellas letras, un placer leer y compartir estos instantes de poesía.
El placer es mío, Akasha. Y subrayo tus palabras. A veces, por muchos esfuerzos que haga, no hay manera de materializar escrito alguno. Será que las musas no están siempre disponibles. Gracias por tus palabras. Saludos cordiales.
ResponderEliminar¡Anda ya! Estoy segura que tu musa tiene un contrato laboral para que trabaje para ti. Si no no es normal.
ResponderEliminar;-)
TreintaAbriles
Pues créetelo TreintaAbriles. Hay veces que las musas se esfuman y visitan otras almas. Estoy de acuerdo contigo que no me puedo quejar, pero hay veces que no hay manera. Palabra inspirada de honor ^-^.
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