Giro y le doy la espalda al mundo incierto
porque no hallo el valor de ver su cara,
su mirada siniestra que acapara
todo el lamento unido en un concierto,
de sangre de guitarras, tan desierto
de la luna llena en la noche rara
que se porta como si iluminara
las heridas del corazón abierto...
por tu ausencia, por el llanto del niño
por las lágrimas de los hospitales,
por la inmensa falta de tu cariño,
por la risa obtenida de los males
porque ya no resulta nuestro guiño
porque todo se hunde entre manantiales...
domingo, 28 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario