lunes, 27 de octubre de 2008

SONETO III "Tu imagen"

Voy buscando por el mar tu reflejo,
tu imagen limpia que a mi alma atraviesa,
tu mirada azabache de princesa
Verde mar, conviértete en un espejo.

Y eleva tu voz, y dame un consejo
y tu imagen en tu fondo turquesa.
Yo en cambio dejaré sobre la mesa
todos aquellos poemas de viejo.

Prometo dejar de soñar contigo
aunque sabes que ni de eso soy el dueño
porque ahora pertenecen a ti.

Enséñame la imagen que persigo
tu imagen que está robando mi sueño,
pensando en lo que a tu lado sentí.

domingo, 26 de octubre de 2008

ROMANCE II "Noche de nostalgia"

La noche púrpura asoma
por este tranquilo cielo
y, la suave brisa arrastra,
el olor de tus cabellos.
Creo estar en el jardín
de los puros pensamientos,
porque los ocupas tú
y tú siempre estás en ellos.
Tu sonrisa de diamante
rivaliza con el hielo,
por su pureza y blancura,
por ser brillo de lucero,
por su infinita belleza,
por ser fría como el viento,
por su luz de mil estrellas
y porque es su complemento.
¿Por qué animaste a Cupido
a disparar su armamento,
contra mi débil escudo
con el que paraba el fuego?
Dos rubíes hay en tu cara,
de un profundo color negro.
Nunca un color tan trsite
acompañó algo tan bello,
y está llenando mi vida
de nostálgicos momentos.
Quisera poder decirte
todo lo que yo te quiero,
antes de que el astro rey,
aparezca por el cielo,
pero no encuentro el valor
para cumplir mi deseo.
Quisera llenar tus labios
del más dulce de los besos
que haya dado ser alguno
a la luz del firmamento,
más allá de los planetras,
más allá del universo.

Mis retinas ven al sol
aparecer por el cielo.
Se ha marchado el color púrpura
y el olor de tus cabellos.
En mí sólo han quedado
unos tristes pensamientos,
nunca nada fue tan triste
como lo que ahora yo veo.
Quiero que vuelva la luna,
que ilumine los aceros
de las frías barandillas
en los mares de un espejo,
donde puedo ver princesa,
la belleza de un reflejo;
tu carita de marfil
y tus dos ojitos negros.
El sol en la tarde muere
y el olor de tus cabellos
viene mezclado en el aire
con la luz de los secretos,
que esconde la fría noche
en las venas de su cuerpo.
La luna parece fría
u frío es este silencio.
Ya no pueden escucharse
los susurros del velero
ni la pena de los cantos
de los bravos marineros.
Ellos cantan sus tristezas
y yo mis tristezas cuento,
son tristezas diferentes,
las que van subiendo al cielo.
Sus mujeres los aguardan
con ilusión en el puerto;
mi mensaje en la botella
nadie acudiré a leerlo.
Bajo una luna de plata
y lágrimas de tormento,
son mis ojos los que aguardan
a que llegue mi remedio.
Yo sé que no va a llegar,
y ya se acaba mi tiempo.
Quiero dejar en el aire,
del que muere su deseo:
que se mezcle a mi romance
el olor de tus cabellos,
que tu vivas muy feliz
hasta el final de los tiempos,
y que estremezca tus labios
el más dulce de los besos.

sábado, 25 de octubre de 2008

SONETO II "Dispara"

Si al menos pareciese una persona,
no sería tan nefasto a tu vista
y me atrevería a seguir la pista
de tu espíritu que a mi alma impresiona.

Convencido, la mente no razona
que estaré siempre al final de tu lista
que se inventó aquel macabro guionista
que a mi corazón castiga y encañona.

¡Busca el momento preciso, dispara!
Gélido silencio en forma de balas
que al impactar, se transforman en mil.

Dolor intenso, mi alma se prepara
para olvidarte pero tú resbalas
volviendo envuelta en tu brisa de abril.

viernes, 24 de octubre de 2008

ROMANCE I "¿De qué vale?"

De qué me vale decir,
que el corazón se ha partido.
De qué me vale gritarlo,
si tú no sientes lo mismo.
De qué me vale escribir
diez mil poemas distintos,
para decir que te quiero
y que me muero de frío.
De qué me vale quererte,
si yo no soy tu destino.
De qué me vale adorarte,
si tu ser está vacío,
del mínimo sentimiento
que para avanzar preciso
porque yo nunca tendré,
el lugar que necesito,
pegado a tu corazón,
escuchando sus suspiros.
¿Por qué no puedo olvidarte?
¿Por qué al fina desvarío?
De qué me vale decirte
que tú eres mi paraíso,
mi único lugar de paz,
ese mar tan tuyo y mío.
¿Podrá aflorar algún día
el amor en tu camino
y que te traiga hacia mí
con el viento suave y limpio?
Como tú no sientes nada
está ya todo esto dicho,
y carezco de varita
para obligarte a sentirlo.
¿Por qué cuando no te veo
el tiempo se hace infinito?
¿Por qué yo te quiero tanto
si tú no sientes lo mismo?

jueves, 23 de octubre de 2008

SONETO I "Hoy llueve".

Ha amanecido plomizo, hoy llueve.
Tu ausencia lo llena todo de frío,
se pueden ver claros, yo no me fío,
y pienso que pronto caerá nieve.

Con el alma rota y sonrisa leve
con la leve brisa del gran vacío,
mis ojos se han llenado de rocío
pues no hay nada que a tu lado me lleve.

Llueve, rebosa el pozo de lamento,
se va derramando en el corazón
y las musas vienen a mi llamada,

pero ya se van, junto con el viento,
el dolor ha vencido a la emoción,
y el poema se va, no queda nada.