jueves, 30 de septiembre de 2010

ROMANCE XCIV "Las espadas del destino"

Las espadas del destino
se posaron en las nubes,
que soñaban esos sueños
con tus dos ojos azules.
Se cruzaron dos momentos
en un bosque de abedules,
hilvanando de hilos mágicos
esa broma que seduce
a este necio corazón
al que le han puesto mil cruces.
Las espadas del destino
lanzan golpes que conducen
la crueldad de este dolor
que por mi pecho se sube,
atacando el lado izquierdo,
derribando las virtudes.
Las espadas del destino
encendieron estas luces,
apagándolas después
y dejando que murmures
que yo nunca seré nada
para tu alma que presume
de perfección absoluta
y de eternas juventudes.
Las espadas del destino
no me dejan que me cure
porque desde que te vi
es seguro, siempre supe
que de eterno viviría
respirando tu perfume.