Es tanto el sentimiento que provoca
el tono de tu voz y su dulzura,
la luz de tu sonrisa tan segura
que un remanso de paz a mí me evoca.
Y late el corazón que se hizo roca
al verte con tu luz brillante y pura,
porque al pensar en ti mi alma se cura,
porque al pensar en ti el sol me toca.
Y todo ocurrió cuando pude verte
y nació otra rosa en mi sendero
y borró el dolor de gran calibre.
Yo te quiero aunque no deba quererte
pero sé que respiro si te quiero
porque sólo a tu lado seré libre.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)