lunes, 12 de enero de 2009

SONETO XXXVI "Porque"

El corazón se resiste y ayuna
el atigazo de la indiferencia,
y con varias migajas de la ausencia,
no deja de crecerla cruel hambruna.

Me alivia esa mirada de la luna,
porque me causa la misma influencia
que tus ojos de infinita inocencia,
del color que se pintó mi fortuna.

Porque te quiero y no puedo olvidarte.
Porque no me amas y me has evitado.
Porque aquí no existe segunda parte.

Porque te quiero y te llevo a mi lado.
Porque no me amas y quieres marcharte,
mi cielo de espíritu enamorado