SONETO XXX "Una palabra"

¿Cómo es que sin tenerte te perdí,
dejando una aprendiz densa y arcana
llevándote la luz de mi ventana
y el tesoro preciado que no abrí?

¿Por qué me abandonó lo que aprendí,
y por qué la amargura ahora emana
de los inciertos bosques del mañana
del color de la sangre del rubí?

Esa palabra que lo rompió todo,
que avivó tu indiferencia y silencio,
que no me permitió darte el lucero...

que terminó de hundir mi alma en el lodo
y consiguió traerme tu desprecio...
... esa suave palabra fue un te quiero.

ROMANCE XXIX "Vida eterna"

Me acompañan las heridas
con sal y olas de marea.
Un dolor insoportable
al corazón atraviesa,
las agujas del recuerdo
tatúan mi cabeza
con el brillo de tus ojos
y la luz de sus estrellas.
Yo te siento tan adentro
como la lava en la tierra,
sin intención de explotar,
permaneciendo muy quieta.
Y, sin embargo es intenso,
mis contrafuertes se alteran
y amenaza con derrumbe
del pleno de mis defensas
reunidas en sindicato,
que sin acuerdo pelean.
La mirada de tus ojos
desmoronan mi paciencia;
el total de mis proyectos
contra tu encanto se estrellan
y tan sólo tu palabra
puede quebrar mi entereza.
¿Por qué has debido de ser tú,
en vez de alguien que me quiera,
la que ha sumergido mi alma
em los pozos de tiniebla,
con turbulencias de amor
en querer la vida eterna
siempre siendo junto a ti
y tu canto de sirena?

SONETO XXIX"Hielo del alma"

Buscando el frío que a mi alma resguarde
de la mediocridad, de la inclemencia,
del deterioro fuerte de tu ausencia
de la debilidad del ser cobarde.

No hallo el valor de la palabra que arde
dormida en un remanso de paciencia,
esperando a la maldita evidencia
de que para mí es demasiado tarde...

porque ya no hay esperanza que incube
las pequeñas ilusiones y esbozos
de amaneceres sobre un mismo cielo.

Y es que todo se ha mezclado en la nube
de la visión marchita y los destrozos
de mi alma que por fin consiguió su hielo.

ROMANCE XXVIII "Santos Inocentes"

He pedido mi deseo
en mi corazón latente,
al cielo gris que me cubre
de un fino manto de nieve.
He puesto todas mis fuerzas
en mis palabras ardientes
en palabras de ilusiones
de la que mi alma carece.
He pedido sólo un sueño,
que mi cuerpo no merece
contemplar a mi princesa
a la reina de los duendes.
Se lo he pedido a la fecha
de los Santos Inocentes,
recibiendo por respuesta
la carcajada estridente
del que inyecta en mí el deseo
de querer volver a verte.

SONETO XVIII "Todo se hunde... en un corazón abierto"

Giro y le doy la espalda al mundo incierto
porque no hallo el valor de ver su cara,
su mirada siniestra que acapara
todo el lamento unido en un concierto,

de sangre de guitarras, tan desierto
de la luna llena en la noche rara
que se porta como si iluminara
las heridas del corazón abierto...

por tu ausencia, por el llanto del niño
por las lágrimas de los hospitales,
por la inmensa falta de tu cariño,

por la risa obtenida de los males
porque ya no resulta nuestro guiño
porque todo se hunde entre manantiales...

ROMANCE XXVII "Huyendo del dolor"

Cual espada del guerrero,
con sus muchas cicatrices
resiste marcada mi alma
al recuerdo que persigue
a la luna y a las sombras
que en mi cielo tu escribiste.
Intentando hallar la paz,
cuento las penas por miles,
es que no hay un solo día,
que tus ojos no me humillen
con su infinita belleza
y su forma tan sublime.
Reconozco mi derrota
y no hay día que no habite,
la ilusión y la esperanza,
de que todo se termine.
Que tus ojos me hagan bien,
que el llanto no se eternice
y el brillar de tu recuerdo.
a mi espíritu ilumine.

SONETO XXVII "Fechas"

Navidad o cuarenta y dos de enero
haya nacido un rey o cumpla años,
no existe lo especial, sólo los daños
del cristal de mi amor limpio y sincero.

Navidad o treinta y uno de febrero,
fechas hechas con símbolos extraños
e indiferencias propia de ermitaños
cubren mi mente mientras desespero...

al no existir el día de llegada
de tu espíritu al palacio de mi alma
y romper de una vez el calendario.

Y lavar los sueños de la almohada,
encontrarme de nuevo con la calma,
y poder celebrar aniversario.

ROMANCE XXVI "Brindo por ti"

El viento brilla en sí mismo
como pequeños luceros,
trae risas, trae música
trae promesas y sueños.
Todos brindan en sus mesas,
bajo adornos del abeto,
y yo te sigo esperando
en el vacío silencio
de mi alma y mi interior
donde el llanto vierte lento.
Comparto todas mis copas
de desamparado eterno
con los que no ven la luz
desde el frío y duro suelo.
Yo quiero brindar por ti
y por quien propongan ellos,
hay una infinidad de gente
que están echando de menos
a su reluciente estrella
bajo el cielo tan sereno,
sin edredones que abriguen
ese frío del infierno.
Acabemos cien botellas
que se inflame nuestro pecho,
que no se canse de arder,
hasta que al necio cerebro
se le borre la esperanza
de que digas un te quiero.

SONETO XXVI "Propósitos"

Es preciso escaparme de este infierno.
Parece que tus manos son la clave,
que puede introducir la única llave
para reducir este fuego interno.

Que regrese la nieve del invierno
y retome su mudanza aquel ave.
Que este tiempo de espera sea suave
y mi tiempo a tu lado sea eterno.

Anhelo que me obligues a esperarte
que puedan agotarse mis te quiero
en el cielo del espacio infinito.

Mientras sueño que yo puedo besarte
retrasar el reloj del tiempo a cero,
seguir sabiendo que te necesito.

ROMANCE XXV "Quiero escapar"

Es necesario escapar
de todas estas costumbres
que colapsan esta vida
y en un abismo más me hunde.
Yo necesito escapar,
como escapan esas nubes
que me esconden los secretos
de esta gran incertidumbre.
Quiero escapar con el viento,
a la altura de las cumbres
y ser un desconocido
que tan sólo un bosque escuche.
Quiero perderme en el cielo
como aquel que corre y huye
de aquellos tiempos presentes
que su vida ya consume.
Quiero encontrar un lugar
donde exsita siempre lumbre...

SONETO XXV "Pasado"

El tibio aroma de tu voz me acuna
en el muro de la desesperanza,
con lágrimas, me escudo en la añoranza
de aquel paseo a la luz de la luna.

Cuando el pasado es la única fortuna
que te dieron los tiempos de bonanza,
este tiempo presente ya no alcanza
para calmar esta incesante hambruna,

que de tu voz y luz tienen mis ojos
que se niegan a mirar otra estrella
que quizá tenga abierto sus cerrojos.

Pues sólo tu luz en mi alma destella,
con la fuerza del volcán de humos rojos
y te hacen a mis ojos la más bella.

ROMANCE XXIV "Lágrima en la lluvia"

Mis ojos han distinguido
una lágrima en la lluvia
porque ha brotado desde ellos,
ocupados en tu búsqueda.
Otra lágrima se añade
a este mar de eterna duda,
sobre el sitio dónde estás,
mi niña de blanca luna.
Esta cascada incesante
a mis sentidos enturbia
y ha fundido hasta la luz
que hacia tu sendero alumbra.
Destino cruel, implacable,
que hasta del llanto se burla
porque te esconde y te cubre
con un mar de intensa bruma.
Otra más, cae otra lágrima,
tan dulce como esa fruta
que son para mí tus labios
y que en sueños se disfruta,
pues en mi oscura verdad,
y con magia de las brujas
te me haces inalcanzable
y mi fuente de amargura,
y te pierdes en el mar,
tan envuelta entre su espuma...

SONETO XXIV "Fase terminal"

El corazón va lento hacia su ocaso
de luces de un abismo de amargura.
Lo empujo para acelerar su paso
y aliviar de inmediato esta tortura.

Regadas de agua y sal y sin sutura
las heridas lamentan el fracaso,
escudándose en la ilusión futura
de un haz de amor que brote de tu vaso.

Mas tanto duele el dolor dolorido
que hace de la ilusión un fino cristal
que se ha roto con un gran estallido.

Tanto duele esta vida lineal
de amor, derota, corazón partido
de este espíritu en fase terminal.

ROMANCE XXIII "Defensas destruidas"

Me consume este sentir
que una vez pensé lejano,
armé mi mente y mi escudo
y tú lanzaste un disparo,
mi defensa se esfumó,
fue inútil lo intentado.
Y ahora te veo en sueños,
junto a nubes de mi ocaso,
y ahora ocupas mi pecho
que se siente enamorado.
Me venciste sin querer;
sé que tú no diste el paso
para someterme a ti
y eliminar mi pasado
donde yo ganaba siempre
al corazón desbocado,
que ahora tiene señora,
mi tesoro más preciado
y mis ganas de seguir
pertenecen a tu encanto.
Derribaste mis defensas,
cada día va aumentando,
lo que yo siento por ti
y mis ganas de tus labios.
"Ya no puede crecer más"
pienso cuando me levanto,
y cuando cae la noche
se hace inmenso este quebranto,
porque no sé dónde estás,
porque el fuego va apretando
las partículas de vida
que sin ti, me van dejando.

SONETO XXIII "La rebelión del mar"

Vierto llanto en el mar que alumbra el faro
con aromas y colores del incienso,
con flores de tacto arrugado y denso,
de sombras entre lo oscuro y lo claro.

Este mar me sonríe con descaro,
está cansado de mí, del descenso
por el infinto túnel inmenso
que abriste en el aire con tu disparo.

Te necesito tanto que me abruma,
el llanto marfil de la luna llena
que se disfraza entre la densa bruma.

El rugido del mar con fuerza suena,
las olas lo bañan todo de espuma
borrándolo todo, salvo mi pena.

ROMANCE XXII "Quisiera".

Quisiera escuchar tu enfado
reprochándome el desorden.
Quisiera discutir suave
ese arañazo en el coche.
Quisiera mirar tus ojos
mientras sueltas tus reproches
y me digas que el sofá,
será mi cama esta noche.
Yo quisiera discutir
las más de dos mil razones
para hacer lo que tú quieres,
para hacer lo que tú impones.
Quisiera desesperarme
porque mi empeño no notes
que dejáramos de hablarnos,
que existieran nuestros roces.
Así estaría contigo
para cuidarte los dones
que te han sido otorgados,
y llenan de oro tu broche.

SONETO XXII "Envidio"

Envidio esa palabra del valiente
que llega sin temblar hasta el oído
de manera clara, sin hacer ruido
y emerge un sentimiento de repente.

Envidio esa palabra del ausente
que escapa de caer en el olvido
y aún sabiendo que la guerra ha perido
mantiene la cabeza alta, de frente.

Envidio las palabras que te llegan,
la mirada que como premio sueltas
porque consigue hacerte sonreír.

Y maldigo las tintas que no riegan,
esta emoción que sigue dando vueltas
y se miega por completo a partir.

ROMANCE XXI "Tu fragancia"

En este día de lluvia
he percibido tu aroma
y te he buscado en el cielo
y en la más oscura sombra,
y he vuelto a retroceder
a los sueños que me robas.
Hoy vuelves al pensamiento,
con tu fragancia de rosas
tan suave y tan delicada
balsámica, luminosa.
Se dice que los olores
en un momento se borran,
pero los tuyos a mí
la respiración me cortan
y en el alma ha despertado
tus jazmínes y tus rosas,
tus naranjos de azahares,
guardados en mi memoria.
Tu fragancia me ha devuelto
aquellas tardes tan rojas,
aquellos atardeceres
aquel viaje, aquella copa.
Moriría por volver
a vivir aquellas cosas;
visitar esos lugares
donde estabas tú, mi diosa.

SONETO XXI "Gobernados por el poder"

Puede que sea fácil ser feliz
pero sigo moviéndome en quebranto,
sigo oyendo de los niños el llanto
y el campo continúa sin raíz.

Yo no puedo borrar la cicatriz
que ha dejado en la siembra el negro manto
y la ácida lágrima de su canto
ha dilapidado el trigo y el maíz,

y ha pintado de negro el manantial
gobernado por poder y mentira
agudos, cortantes como cristal,

esa cicatriz de este ojo que mira
al pobre caer en su hora crucial
mientras el rico su sobrante tira.

ROMANCE XX "Las sombras de las palabras"

Las sombras de las palabras,
oscurecen todo verso,
me acaba sonando igual
a pesar de ser tan nuevo.
Escritor de desamores,
de ideas vacío y seco.
Las sombras de las palabras,
ahogan el universo
en la gran monotonía
de mi más extenso verbo.
Mi diccionario contempla,
una escasez de recuerdos,
una sola y triste entrada
cuando una vez fueron cientos.
Las sombras de las palabras
me han borrado hasta mi tiempo
que paso pensando en ti,
que por ti paso escribendo.
Mi recurso de palabras,
hechicera de mi sueño,
se ha reducido a sólo una
con la que contar un cuento.
Esa palabra eres tú,
eres mi magia y amuleto,
y mi llanto y mi dolor
por el que siempre me pierdo.
Las sombras de las palabras
no cumplirá mi deseo
seguirán oscureciéndose
y dejándome más ciego.
Las sombras de las palabras
me impide expresar qué siento
de manera clara y bella
de etéreos sentimientos.
Las sombras de las palabras
hacen mis poemas lentos,
para hacerte comprender
que si tú no estás me muero,
no tocan tu corazón
esas palabras al viento...

SONETO XX "Tu música"

Con estas emociones en derrota,
me repito en mi verso flojo y triste;
con la mente aquejada de despiste
ya no siento que mi vida se agota.

El alma hace tiempo que yace rota,
y ahora comprendo que nunca fuiste
la música que en mi pecho cosiste
que de tus labios celestiales brota.

Tanto he luchado porque no se fuera
por seguir escuchando su sonido
en los albores de la primavera

Mas hoy, privado de la luz mi oído
y al alma, que ya no espera a la espera,
ni tu canto puede darle sentido

ROMANCE XIX "Olvidarte será fácil"

Voy a empezar a olvidarte,
llenándome de promesas,
"esto no lo haré de nuevo,
distraeré la cabeza,
no pensaré más en ti
en ese mar hay más pesca."
Es muy fácil y probable,
igual que un golpe no duela,
igual que el agua no moje,
que en pleno desierto llueva.
Igual que ver en la noche,
el tamaño de una estrella,
con los ojos de miopía
en un mar de nube eterna.
Igual que parar el viento
desatado en la tormenta.
Igual que tocar el fuego
y sentir que no te quema,
como borrar la ilusión
de darte la vida entera
como dejar de soñar
que tú algún dia me quieras.

SONETO XIX "Perdido"

Perdido en ninguna parte yo imploro
con voz y palabras que al nacer muerdo,
mientras más tiempo pasa más me pierdo
luchando por luchar por mi tesoro.

Mi corazón pide y yo me demoro
para pagar la deuda del recuerdo
con los latidos de mi lado izquierdo
al no poder verte me desmorono.

Si falta tu voz no hay salida
de este pozo de insaciable maldad
y rebosante de amargura hundida.

Si no puedo verte no hay más verdad
que la mentira de un alma caída
en la tierra eterna de oscuridad

ROMANCE XVIII "No puedo olvidarte"

¿De qué me vale ser fuerte,
si al mirarme yo me pierdo?
¿De qué me vale olvidarte,
si cuando te miro tiemblo?
Prepararé mis maletas
para emprender otro vuelo,
si yo me marcho de aquí
podré olvidar tu recuerdo;
la distancia es el olvido,
así predice el bolero
Me he alejado mil mares
del encanto de tu puerto,
tu estás anclada en mi mente
y en el alma de mi pecho,
pensé que te olvidaría,
al hallarte tú tan lejos
y sólo al mirar las olas
en su imagen yo te veo.
Con solo cerrar los ojos
apareces en mis sueños.

SONETO XVIII "Albores del tiempo"

Albores del tiempo dadme una cura
para los ríos llenos de lamento,
para las cicatrices de mi viento
para los mares llenos de amargura.

Albores del tiempo, sabia cultura
ayúdame a encontrar ese momento
para derrotar al golpe violento
de la forma más completa y segura.

Albores del tiempo, no puedo más,
mi corazón se niega a levantarse,
quizá otro golpe resulte fatal.

Albores del tiempo sé que sabrás
que le resulta imposible escaparse
de esta mazmorra de heridas en sal.

ROMANCE XVII "Mujeres"

Estos nervios y lamentos
desarrollan las historias
singulares y plurales,
de todo lo que nos toca.
Aquí cuento yo la mía,
sé que a ti hoy no te importa,
pero puede que mañana
te abrigue la misma sombra,
y sea tu corazón
el que llore y que se rompa.
Qué seguros nos sentimos
con el alma libre y sola,
cuántos mares derramamos
cuando los sueños trasnochan
persiguiendo una mirada,
la sonrisa de su boca,
su fragancia a hierbabuena
y su encanto de las diosas.
Cuánta luz nos encontramos,
cuánta poesía y prosa
cuánta belleza radiante
cuántos jardines de rosas,
bautizados con su nombre
que a tus muñecas esposan.
Sonríes al recordarla
y tu mente no razona
y aunque sea inalcanzable
cada día más la adoras.
Dulce veneno en la piel,
te somete y te controla
y se libran mil batallas
dependiendo de las modas,
y ganar su corazón,
es la más grande de todas.

SONETO XVII "Historia"

Entre las brumas de un mar solitario
mis palabras resbalan por tu prosa
repleta de poesía preciosa
sumando letras al abecedario.

Escribo sobre un amor legendario
viendo esta arena de cara ventosa,
sonando el eco de tu voz melosa,
rozando el minuto en el calendario...

porque lo que escribo sólo es mi historia,
historia sin leyenda ni resquicio,
directa al olvido de la memoria.

Historia sencilla y sin artificio
historia llena de pena sin gloria
olvidada en el aire que acaricio.

ROMANCE XVI "A destiempo"

Dentro de mi pecho afloran
sensaciones prohibidas,
porque serás siempre ajena,
porque nunca serás mía.
Sólo con mirar tu rostro
amanece un nuevo día,
y si existe oscuridad,
la disipa tu sonrisa.
Eternamente hermosa,
siempre perfecta y sencilla
como fina agua de lluvia
que me purifica y limpia.
Bastó una sola mirada,
tan fugaz como la brisa,
para rendirme ante ti,
y dejarme hecho cenizas.
Nacer en tiempos distintos…
que infinita es la ironía
de los golpes del amor,
de la crueldad de la vida…
Quisiera sentir la fe
que a los creyentes alivia
Para poder llenar mi alma
en tu mano suave y tibia…
Y si sólo creo en ti
sólo tú sanas la herida
de mi herido corazón
que sin ti no cicatriza.

SONETO XVI "Un favor al viento"

Viento anciano aquejado de reúma,
comparto tu dolor en esta noche,
si hasta la luz de estrellas es reproche
que escoden a mi ángel en la bruma,

cuando su jazmín a ti te perfuma,
y mis lágrimas brotan en derroche,
y mi imagen de estúpido fantoche
a los desamparados ya se suma.

Viento anciano, belleza interminable,
lleváte junto a ti lo que persigo
su sonrisa de abril, su voz amable,

el marfil de su piel, su luz de abrigo,
el calor de su encanto inalcanzable...
Viento anciano, libera este castigo.

ROMANCE XV "Lucero"

Mira al lucero que brilla,
y atraviesa aquella nube,
porque tú lo ves, ¿verdad?
Un mismo cielo nos cubre.
Vemos la misma belleza,
el lucero con sus luces,
y quién me lo iba a decir,
por fin hay algo que nos une,
aunque estés en la montaña
y yo sobre aguas azules.
Te doy un abrazo sin tocarte,
y respiro tu perfume.
De pronto surge un deseo,
rápido, lucero, sube
pon sus ojos en tus ojos
y las estrellas acuden
a pintar esta distancia
de violetas y abedules.
Vuestros ojos se han fundido
y en el cielo se presume
de la más hermosa luna
y colmada de virtudes.
Vuelvo a mirar hacia el cielo
a esa luna que reluce;
son tus ojos y el lucero
dos bellezas que se unen.

SONETO XV "Necesito"

Hoy necesito estar en tu regazo,
refugiarme en la paz de tu marea
y sentir que tu cuerpo se recrea
con la paz y dulzura de mi abrazo.

Y quedarnos así, a fijo plazo
yo por siempre tu reo, tu mi rea,
para que nuestra historia siempre sea
de la historia de amores el retazo.

Hoy necesito estar en tu mirada,
que tus ojos me absorban por completo,
imaginarlo sin que sea un sueño.

Necesito escuchar esa balada,
bailarla junto a ti bajo aquel seto
donde el mundo se nos hace pequeño.