viernes, 3 de septiembre de 2010

ROMANCE LXXXVII "Esa música".

Esta música nació
desde el fondo de mi alma
con acordes de los bosques
donde bailan las baladas
entre brisas de jazmín
y entre nubes de palabras
que susurran a tu oído
el lenguaje de las hadas.
Sus voces te están contando
que es diamante tu mirada,
y las diosas de sus templos
tienen formas de tu cara.
Esta música nació
bajo el cielo de una playa
de finos colores púrpuras
de fina arena dorada,
de olas hechas con espuma
de acordes compuestos de agua.
Y aparecen las sirenas
cada vez que tú te bañas
en este sagrado mar
que en tu suave piel resbala.
Esta música nació
en un sueño de montaña,
acordes de lira y piano
acompañan a ese arpa
que está tocando el viento
del jardín de rosas blancas,
llevando las melodías
al amor de tu ventana
para hacerte sonreír
que te hace aún más guapa,
para conseguir que sueñes
con el ritmo de la magia
de latir pausado y lento
añadiendo la nostalgia
de tu bello suspirar
que ilumina mi mañana.

SONETO LXXXVII "Destino"

Me conseguí librar de este apego
que a mi cuerpo tenía siempre en vilo,
que a mi mente empujaba hacia el filo
del brillo de tus ojos y su fuego.

Y evité al destino con su juego
creí burlar la trampa de su estilo,
todo para saber que caí en su hilo
y borró todo rastro de sosiego.

Apareciste en el tiempo preciso
en el lugar que nunca fue camino
de sueños que pudieran encontrarte

Al verte el corazón lanzó un aviso,
que gritó el fantasma del destino;
destino que me invita a enamorarte.