miércoles, 3 de junio de 2009

SONETO LVII "Lágrimas y dolor"

Las lágrimas por ti se han vuelto raza
de fuerza superior e interminable,
de cuerpo de amargura degustable,
el café sin azúcar en la taza.

Las lágrimas se han hecho una coraza
de oídos sordos para el tiempo que hable
el dolor por tu ausencia insoportable
que a mis ganas de verte se entrelaza.

El dolor habla y dice que se queda
mientras tu voz no venga a expulsarlo
y cambiar el sentido de este canto.

Y es tan hermoso para que suceda...
Sólo queda dolor para abrazarlo
en las húmedas noches de este llanto.