miércoles, 29 de septiembre de 2010

SONETO XCIV "Regeneración"

Rechazo los tesoros amarillos
por las suaves caricias de tus dedos,
por el leve derrumbe de mis miedos,
sueños del corazón que son sencillos.

Porque quiero a tus ojos y sus brillos
cuando cae la tarde en los viñedos.
Porque a tu lado nacen nuevos credos
y tu voz me ha sacado los cuchillos.

Se va el dolor si lo tocan tus manos
del alma de silencio sostenido
que hablarán cuando lleguen los veranos.

Este amor con el tiempo se ha crecido
al son de corazones tan cercanos,
porque tú todavía no te has ido.