He pedido mi deseo
en mi corazón latente,
al cielo gris que me cubre
de un fino manto de nieve.
He puesto todas mis fuerzas
en mis palabras ardientes
en palabras de ilusiones
de la que mi alma carece.
He pedido sólo un sueño,
que mi cuerpo no merece
contemplar a mi princesa
a la reina de los duendes.
Se lo he pedido a la fecha
de los Santos Inocentes,
recibiendo por respuesta
la carcajada estridente
del que inyecta en mí el deseo
de querer volver a verte.
domingo, 28 de diciembre de 2008
SONETO XVIII "Todo se hunde... en un corazón abierto"
Giro y le doy la espalda al mundo incierto
porque no hallo el valor de ver su cara,
su mirada siniestra que acapara
todo el lamento unido en un concierto,
de sangre de guitarras, tan desierto
de la luna llena en la noche rara
que se porta como si iluminara
las heridas del corazón abierto...
por tu ausencia, por el llanto del niño
por las lágrimas de los hospitales,
por la inmensa falta de tu cariño,
por la risa obtenida de los males
porque ya no resulta nuestro guiño
porque todo se hunde entre manantiales...
porque no hallo el valor de ver su cara,
su mirada siniestra que acapara
todo el lamento unido en un concierto,
de sangre de guitarras, tan desierto
de la luna llena en la noche rara
que se porta como si iluminara
las heridas del corazón abierto...
por tu ausencia, por el llanto del niño
por las lágrimas de los hospitales,
por la inmensa falta de tu cariño,
por la risa obtenida de los males
porque ya no resulta nuestro guiño
porque todo se hunde entre manantiales...
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