domingo, 7 de junio de 2009

SONETO LVIII "Más profundo"

El frío amanecer abre su puerta
a la nostalgia y la melancolía,
por tu sonrisa eterna en lejanía
mientras mis ojos siguen en alerta.

La oscuridad del páramo es muy cierta
cuando el ateo entona letanía
en la esperanza de que venga el día,
sumergirme en tu mar de luz abierta

El hilo de tu voz llega a la mente
sumergida en la cruel desesperanza,
de aquellas tardes, último momento...

que recuerdo de forma transparente,
que me mantiene preso en la añoranza,
clavándome el amor que por ti siento.