Puede que sea fácil ser feliz
pero sigo moviéndome en quebranto,
sigo oyendo de los niños el llanto
y el campo continúa sin raíz.
Yo no puedo borrar la cicatriz
que ha dejado en la siembra el negro manto
y la ácida lágrima de su canto
ha dilapidado el trigo y el maíz,
y ha pintado de negro el manantial
gobernado por poder y mentira
agudos, cortantes como cristal,
esa cicatriz de este ojo que mira
al pobre caer en su hora crucial
mientras el rico su sobrante tira.
sábado, 13 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario