viernes, 3 de septiembre de 2010

SONETO LXXXVII "Destino"

Me conseguí librar de este apego
que a mi cuerpo tenía siempre en vilo,
que a mi mente empujaba hacia el filo
del brillo de tus ojos y su fuego.

Y evité al destino con su juego
creí burlar la trampa de su estilo,
todo para saber que caí en su hilo
y borró todo rastro de sosiego.

Apareciste en el tiempo preciso
en el lugar que nunca fue camino
de sueños que pudieran encontrarte

Al verte el corazón lanzó un aviso,
que gritó el fantasma del destino;
destino que me invita a enamorarte.

3 comentarios:

  1. ¿Sabes? yo siempre he sido una chica de ciencias, muy pragmática y poco supersticiosa.

    Pero ciertos acontecimientos que he vivido en el transcurso de este último año, me han hecho dudar de tanta objetividad. Quiero decir que últimamente he llegado a pensar que quizá sí que existe el Destino, que las cosas no pasan porque sí sino porque todo tenía que ser así.

    Me frustra muchísimo está sensación porque me hace sentir muy impotente y muy poco al mando de mi futuro. Lo que se desconoce, se teme.

    Enfin, discúlpame por ocupar tu espacio con mis divagaciones personales, pero no he podido evitar ser sincera y contarte lo que tu soneto me ha evocado. ^_^ (aunque creo no equivocarme al pensar que no era eso lo que se contaba en él)

    Te leo compañero, un beso.

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  2. Más que temer a lo que se desconoce, debería haber dicho a lo que no se entiende. Kisses.

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  3. Tienes toda la razón del mundo. El poema viene a contar que existe ocasiones en las que parece que no hemos podido hacer nada por evitar algún suceso. Y quizá en el terreno del amor, esto se hace más intenso. ¿Es casualidad que en la panadería de los barrios encontremos a una persona especial teniendo en cuenta el amplio horario del comercio, justo en el momento en el que hemos ido a comprar una simple baguette? ¿Y qué hay de dos que coinciden en un chat, uno en Japón y otro en Paris con todas las salas de chat que hay, con las enormes diferencias horarias y con el montón de usuarios? No sé, es todo tan complicado que no es de extrañar que se tenga cierto respeto ante algo que parece que no se puede controlar. Más o menos eso es lo qu viene a contar el poema. Una historia de alguien que encuentra a otro alguien, después de hacer intentos de librarse de los apegos, de jurar que no volvería a caer, y al final, acaba cediendo al empuje de una nueva ilusión.

    Tus divagaciones personales aquí son siempre bien recibidas. Y ya no digamos tu percepción de las cosas. Me parece un bonito e interesante proceso el exponer esas percepciones según lo que ocurre en nuestra existencia, y te agradezco infinitamente estos comentarios que haces, Princesa.

    Un besito y buen fin de semana.

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